Guatemala

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martes, 26 de noviembre de 2013

Theraplay



Es una terapia de juego estructurada para niños y sus padres. El objetivo es incrementar el nivel de apego, autoestima, confianza en otros y alegre vinculación. Las sesiones son divertidas, físicas, personales e interactivas, replicando las interacciones normales y saludables entre padres y niños pequeños.

 Los niños han sido referidos por una gran variedad de problemas, incluyendo: retraimiento, depresión, comportamientos hiperactivos y agresivos, berrinches temperamentales, fobias y dificultades en la socialización y hacer amigos. También son referidos por varios problemas de comportamiento y problemas interpersonales resultado de retrasos evolutivos, trastornos generalizados del desarrollo y problemas de aprendizaje. Dado que el foco se halla en el apego y el desarrollo vincular Theraplay ha sido utilizado exitosamente durante muchos años con familias sustitutas y adoptivas.

 

Con este método, los patrones de interacción familiares han sido modificados y tanto escuelas como pediatras han reportado mejoras en el comportamiento y reducción en la sintomatología de los niños. Esencialmente las mismas técnicas de tratamiento durante períodos de tiempo mayores son utilizadas con niños con retraso madurativo, trastornos generalizados del desarrollo, o autismo. Ha sido nuestra experiencia que incluso en casos excepcionales en los cuales los padres o cuidadores del niño no pueden ser involucrados, Theraplay es aun así beneficioso para el niño.


Plan de tratamiento básico

Las familias concurren al terapeuta de Theraplay durante una serie de 18-24 sesiones de 45 minutos semanales con cuatro o cinco sesiones cuatrimestrales de seguimiento durante un intervalo de un año. La primera sesión es una entrevista de recolección de información con los padres. La segunda y tercera son sesiones de observación utilizando el Método Marschak de Interacción (MIM, de sus siglas en inglés y como se referirá al mismo de aquí en más) en el cual el niño y uno de los padres realizan una serie de actividades interactivas juntos.

 

 Las interacciones son grabadas y más tarde analizadas por el/los terapeutas en preparación para una cuarta sesión con los padres. En esta sesión el terapeuta y los padres conversan acerca de sus observaciones de las interacciones y juntos concuerdan en un plan de tratamiento.

 

Las sesiones cinco a veinte involucran Theraplay directo con la familia, duplicando (más allá de la edad) el tipo de juego y comportamiento divertido por el medio del cual padres e hijos se conectan naturalmente. La interacción incluye estructuración, conexión, cuidado y actividades de reto en combinaciones guiadas por las necesidades y problemas individuales de cada niño y su familia. Después de cada 4-5 sesiones familiares se agenda un encuentro para que los padres y el terapeuta se encuentren sin el niño para discutir progresos y objetivos.

 

Los padres observan todas las sesiones de Theraplay y eventualmente entran en la habitación y se unen al Theraplay directamente. A menudo, y cuando así es posible, en el Instituto Theraplay de Chicago, se cuenta con dos terapeutas, uno a cargo de las interacciones con el niño y el otro que trabaja con los padres. Cuando ambos terapeutas están presentes , aquél que se encuentra con los padres observa junto a ellos las sesiones y discute los motivos para las distintas actividades, por ejemplo: incentivar el desarrollo de confianza y autoestima, construir un sentido de sí mismo como “querible”, desarrollar confianza, permitir experiencias placenteras, incentivar intimidad, desarrollar una imagen corporal positiva, fortalecer la coordinación perceptivo-motora. 

 

Esta discusión incluye medios para que los padres puedan implementar estas estrategias en su casa. Si solo un terapeuta se halla presente, estas discusiones toman lugar con los padres al final de cada sesión por teléfono o en un tiempo agendado con tiempo de anticipacion.

 

La sesión final termina con una fiesta de despedida. Cuatro sesiones de seguimiento son agendazas en períodos trimestrales con los padres y el niño durante los siguientes 12 meses. Un programa de Theraplay típico es de 24 sesiones (4 diagnosticas, 16 tratamiento y discusión y 4 de seguimiento.

 

Sesión Programa
1Entrevista inicial con la madre y/o padre.
2 Uno de los padres y el niño participan en el MIM, una técnica
estructurada de observación intensiva de los formas en que padre e
hijo interactúan el uno con el otro. El terapeuta de Theraplay observa y
graba la sesión.
3 Lo mismo que 2
4 Sesión de feedback con ambos padres.
5,6,7,8 El terapeuta interactúa con el niño mientras los padres observan junto a
otro terapeuta o con el mismo terapeuta más tarde.
9 Padre-terapeuta se reúnen sin el niño para discutir progresos y
objetivos
10-15 Igual que 5-8 pero durante el último tramo de cada sesión los padres
entran a la habitación y se unen a las actividades.
16 Padres-terapeuta se reúnen sin el niño para discutir progresos y
objetivos
17-20 Igual que 10-15, más sesiones si se considera apropiado.
21-24 Sesiones adicionales y/o sesiones de seguimiento con los padres y el
niño con intervalos cuatrimestrales durante el año siguiente.
 

domingo, 17 de noviembre de 2013

Teoría del Apego

En este blog abordaremos una técnia de psicoterapia que resulta ideal para trabajar con niños que han tenido situaciones difíciles de apego. Esta técnica se conoce como Theraplay y su efectividad es garantizada en casi todos los casos. Pero antes de adentrarnos a la técnica es necesario que tengamos un poco de conocimiento sobre la Teoría de Apego.

En la siguiente entrada, abordaremos la técnica de Theraplay.

(Da click sobre las imágenes para hacerlas más grandes)




















Manual para el Tratamiento Grupal del Incesto y el Abuso Sexual Infantil

Descripción del Manual




Este manual, desarrollado por la Doctora Gioconda Batres Méndez, está dirigido a niñas y niños entre los 7 y los 12 años de edad. En este manual se recogen los aportes de diversos autores y autoras norteamericanos y pare de la experiencia que ella ha desarrollado desde 1990 con niños y niñas víctimas de la violencia sexual en Costa Rica.

La edición de este manual ha sido especialmente concebida para un grupo de profesionales que se entrenan en Costa Rica, dentro del marco de ejecución del Programa Regional de Capacitación contra la Violencia Doméstica del ILANUD, sobre el manejo terapéutico de las personas abusadas sexualmente.

La autora refiere que la validación de este modelo, dependerá en gran medida de la experiencia que los profesionales desarrollen y de sus aportes prácticos y teóricos. Por tal razón considera este manual como un documento inicial, sujeto a modificaciones, las cuales reflejan nuestra experiencia latinoamericana.

Además, ha procurado escribirlo en un lenguaje sencillo, comprensible y dulce, con la finalidad de que se pueda leer sin mayor dificultad. Quienes utilicen este manual, deben apoyarse con la teoría, vertida en el libro: “Del ultraje a la Esperanza. Tratamiento para las Secuelas del Incesto”, o bien de su autoría, o con alguna bibliografía que sea afín a este tema. Además deben poseer entrenamiento en la perspectiva de género y en la teoría sobe el incesto y el abuso sexual infantil, desde esa perspectiva.

El objetivo primordial de este manual es seguir contribuyendo con la desaparición de la violencia sexual hacia los niños y niñas de América; crímenes de poder que aún cuentan con la complicidad social. Además de apoyar a los terapeutas que tengan en sus manos la valiosa vida de las niñas y niños que han sufrido esta violencia.

Estructura del manual

A continuación se presenta una breve introducción sobre los temas que aborda cada una de las sesiones.

Sesiones:


- Número 1: Presentación, establecimiento de las reglas y de la alianza terapéutica.
La sesión debe efectuarse en un ambiente de calidez y seguridad; la pareja de terapeutas debe expresarse en forma clara, comprensible, respetuosa, según la edad o nivel educativo, desarrollo o capacidad cognitiva. En la pareja de terapeutas se recomienda que sea un hombre y una mujer. El grupo puede ser conducido, si no hay recursos, por una sola terapeuta o por un terapeuta masculino.

- Número 2: Confianza y apoyo.
Generalmente los niños y niñas que han sido víctimas de algún tipo de abuso sexual se mantienen aislados del resto de personas, puesto que se sienten marcados por la traición que se le s ha infligido, porque el secreto impuesto les hace sentir indignas o indignos ya que el abuso sexual desmorona la capacidad de establecer confianza y vínculo. Por tal razón una de las primeras cosas que debe proponerse la pareja de terapeutas es brindar un ambiente dentro del grupo que promueva la confianza.

- Número 3: ¿Cómo me siento?


Para sobrevivir el abuso, los pequeños víctimas, tuvieron que separar los sentimientos de los hechos y de recuerdos. Reintegrar recuerdo y sentimiento es una de las grandes tareas de este modelo terapéutico.

- Número 4: Mitos y realidades. El desarrollo del No.
El abuso destroza y aniquila a los niños y niñas, dado que por su corta edad no han logrado fortalecerse lo suficiente y están desarrollando sus defensas básicas. La reconceptualización cognitiva será de utilidad en esta sesión, en la que se reflexionara sobre los mitos. Las familias donde se da el abuso son muy estereotipadas y el abuso mismo deja a la niña o niño llenos de culpas y distorsiones. 

- Número 5: La revelación.
Se espera en ese momento del proceso, haber fortalecido lo suficiente en la o el niño, sus destrezas, la capacidad de búsqueda de apoyo y sus habilidades. Ya se les ha brindado la información correcta sobre el abuso. Sobre el abuso sexual ha habido un silencio histórico impuesto a las víctimas, que permanecen calladas por años, incluyo algunas no hablan nunca. Por tal razón, aunque habar sobre el abuso sexual sea vergonzoso y doloroso, es un derecho, que además de necesario y terapéutico, les otorgará la sensación de que son creídos o creídas y comprendidos por primera vez.

- Número 6: Prevención de abusos futuros.
Por razones de socialización muchos niños, a quienes se les enseña a no ser víctimas, tienden a repetir el abuso sexual a otros niños o niñas. Pero también algunas niñas lo hacen, dado que el amor y el contacto se sexualizaron.  (G. Batres, 1999).

Una sesión en donde se ayude a estos pequeños a comprender que no es bueno repetir el abuso o maltratar físicamente a otros, toca un tema imprescindible y muchas veces ignorado en el tratamiento de niños abusados sexualmente.

- Número 7: Valorando el género.
El abuso sexual es un abuso de poder. En el proceso de socialización plagado de desigualdades entre los sexos, se legitima la injusticia y el abuso hacia los más débiles. Prepara a los niños para que conozcan sus derechos y se valoren como personas, contribuye a que se produzca una ruptura en los valores que permiten y promueven estas desigualdades de poder y la desvalorización.

- Número 8: El enojo.
Cuando se es traicionado por alguien a quien se quiere, se
despierta un gran sentimiento de enojo. Cuando el ofensor es el padre, madre o hermano o una persona muy cercana, el enojo va acompañado de otros sentimientos, esto se denomina ambivalencia.

A los niños en especial, se les dificulta expresar lo que sienten, por razones de su socialización. Por tal razón lo hacen por medio de la violencia hacia los demás. Se debe validar sus sentimientos de enojo y hacerles ver que está bien, pero que debe dirigirse a quienes le han dañado.

- Número 9: El poder.
El abuso sexual invade el territorio físico y psicológico de la víctima en contra de su voluntad. Cuando los niños creen que las personas adultas tienen la razón, los mensajes destructivos y crueles de quienes los abusaron han tenido un gran impacto en sus vidas, transmitiéndoles el mensaje de ser personas sin valor ni importancia.

La víctima es invalidada y aprende que ella no será escuchada, a la vez que se le desarrolla un sentimiento de ineficacia. Aprender a reconocer estos mensajes y sustituirlos por mensajes positivos es parte valiosa del proceso de sanación (G. Batres, 1998)

- Número 10 y 11: Su cuerpo.
Los niños abusados sexualmente, con frecuencia creen que su cuerpo ha sido dañado físicamente de alguna manera, o que el abuso sexual ensucia y malogra su cuerpo. No tienen información clara y sin prejuicios sobre el cuerpo y los órganos genitales. Como el cuerpo fue el vehículo del abuso sexual, lo odian o sexualizan las relaciones.

- Número 12: Autoestima.
La autoestima es la percepción sobre uno mismo, la idea sobre
nuestro valor y habilidades. Los niños abusados sexualmente, vivieron en circunstancias que les llevaron a sentirse malas personas. El abuso sexual imprime un concepto de estigma y poco valor. Hay vergüenza y culpa asociados al crecimiento (G. Batres, 1998).

- Número 13: El futuro.
Se ha concluido un proceso en donde la mayoría salen victoriosos. Habrá algunos que necesiten proseguir por algún tiempo en terapia individual. En este momento se habla sobre la posibilidad siempre abierta de regresar por ayuda, principalmente porque separarse de personas junto a las cuales se han edificado las bases de una nueva vida, es una pérdida que genera un entendible, pero inevitable dolor.

El seguimiento grupal que recomienda Gioconda Batres consta de dos sesiones cada tres meses (G. Batres, 1998).

- Número 14. Graduación.
Este día debe ser muy especial, todo debe ser positivo y alegre: deben haber planeado entre todos cómo pasarla de lo mejor.

Un recuento de parte de la pareja de terapeutas sobre todas las cosas logradas por parte de cada uno es importante. Además, hablarles de cómo se enfrentarán al mundo como seres más valientes y fuertes para salir adelante. 

En el siguiente Link puedes encontrar el manual completo: 
http://giocondabatres.com/descargas/MANUAL%20DE%20TRATAMIENTO%20NINOS.pdf